Una integración se volvió loca: cada nuevo ticket desencadenaba diez notificaciones de Slack, tres correos electrónicos y un gif de un gato confundido. El equipo de soporte se revolvió, los desarrolladores entraron en pánico y el webhook se rió. Sólo invocando el sagrado ritual curl -X DELETE volvió el orden... temporalmente.
| Nombre | Prioridad | Método |
| Webhook de la perdición | Crítico | Desactivar → Reactivar → Rezar |
| Inundador de Slack 3000 | Alto | Reiniciar SMTP, cantar RFC 5321 |
| Bucle de correo electrónico de dolor eterno | Medio | Pulsar botones aleatorios hasta que se comporte |
Aprendizaje:
Las API tienen sentimientos... aparentemente. Cuando las integraciones se rebelan, el humor, la paciencia y una depuración cuidadosa son los verdaderos superpoderes. Y tal vez tener cerca un gif de un gato: calma tanto a los humanos como a los webhooks.
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